Que Napoleón Estévez podría ser el próximo presidente del Tribunal Constitucional anda en boca del pueblo desde hace semanas, lo que sería parte de una nueva forma de pensar del PRM que pregonaba que a esos altos cargos deben ir personas “independientes”. Pero que de ese cuchicheo se haga eco el candidato presidencial del PLD, hay un gran trecho y lo coloca en una posición delicada porque con tan elevada aspiración, no es para hacerse eco de rumores. Ya falló también Abel Martínez recientemente, cuando dio validez y, peor, asumió como tal, una versión falsa de redes sociales de que el presidente de la JCE se había reunido en secreto con funcionarios del Gobierno. Serenidad, buen juicio y tacto se requiere a ese nivel.