Serán deportados 10 mil haitianos cada semana, afirma el presidente Abinader, y eso hay que apoyarlo pues se trata de un claro mensaje ante lo ocurrido en Nueva York en la Asamblea General de la ONU, donde otra vez hubo una retahíla de discursos con promesas de apoyar a Haití que nunca se cumplen.
Es una advertencia al mundo de nuestro mandatario, acompañada de que se reforzará la franja fronteriza pues hacia algún lado encaminan sus pasos los miles de desplazados, que según informaba ayer la Organización Internacional para las Migraciones, sobrepasan los 700 mil. Obvio que el apoyo a las deportaciones masivas está condicionado al cumplimiento de los protocolos y estándares internacionales, aunque ya Abinader ha comprometido su palabra de que no habrá arbitrariedades.