Desde los tiempos universitarios las intervenciones de un país en otro no las veía justas ni me gustaban, recuerdo las del Golfo Pérsico; no me perdía una charla y escuchaba los noticieros, por las grandes pérdidas que nos traen, y en estos momentos la humanidad se encuentra en una encrucijada, por las consecuencias que nos están perjudicando a todos en el mundo, los acontecimientos desde que comenzó en el 2022 la ofensiva del ejército Ruso en Ucrania. Esos graves conflictos armados afligen al mundo y ponen en riesgo su estabilidad.
Y después esa división política se repite con el cruel ataque de Hamas contra la población civil de Israel, así como con la respuesta israelí, la ocupación de Gaza y las víctimas civiles
Es de ahí que la principal motivación para la creación de las Naciones Unidas, cuyos fundadores habían sufrido la devastación de dos guerras mundiales, fue evitar a las generaciones venideras del flagelo de la misma. Desde su creación, se ha pedido ayuda a la ONU tanto para que evite que las disputas concluyan en guerras, y ayuden a restaurar la paz cuando los conflictos armados ya han estallado o que la promuevan en sociedades que acaban de salir de una.
Y no ha sido fácil cumplirla, pues la ONU ha protagonizado pocos esfuerzos exitosos de pacificación durante su mandato.
El secretario general de la ONU, Antonio Gutérres, ha hecho un llamado a la paz en un mundo que está en una guerra consigo mismo, lo que incluye no solo los conflictos bélicos, las tensiones políticas, la politización, sino el que tenemos contra la naturaleza, y en la que los peor parados son los civiles.
Hago toda esta reflexión pues el fin de semana del 14 del corriente mes, se llevó a cabo la declaración final en apoyo al plan de paz de Ucrania en la cumbre en Suiza y no tuvo el apoyo unánime de los líderes mundiales participantes. Aproximadamente 90 países asistieron, en los Alpes suizos, donde se buscaba desarrollar un entendimiento sobre el camino hacia una paz justa y duradera en Ucrania.
Potencias del Sur Global como la India, Sudáfrica, Brasil, México, Arabia Saudí e Indonesia, además del Vaticano, no se adhieren a la propuesta de Zelenski, que anunció la preparación de una segunda cumbre “en meses, no años”.
Mientras que Putin reclama a Ucrania que ceda más territorio antes de plantear un alto al fuego, Kiev y la OTAN rechazan las nuevas condiciones del Kremlin por la paz en Ucrania.
Para terminar, la cumbre por la paz en Ucrania finalizó con una declaración conjunta que reclama seguridad nuclear y de tránsito marítimo, aunque 12 países del mundo en desarrollo y socios de Rusia en ciertos foros declinaron firmar el documento y el presidente ucraniano agradeció la participación de las delegaciones y que hayan comprendido de que “todos estamos interesados en que no hayq peligro procedente de las plantas nucleares y de otras instalaciones atómicas’’.