Después de sufrir dos derrota y quedar sin coronas, José -El Abejón- Fortuna logró algunas victorias. Se vio como renovado.
El próximo dos de noviembre, de acuerdo a un informe de Mangüita Mercedes, Fortuna tendrá una pelea crucial para su carrera profesional. Irá a un combate “eliminatorio” en Estados Unidos.
Tendrá como rival, en una pelea pactada a diez rounds, a José Andrés Cuéllar, el mismo que le asestó un amargo fracaso a otro púgil dominicano, Claudio Marrero, excampeón mundial pluma.
Si el veterano boxeador de guardia zurda logra salir airoso en el importante pleito, entonces tendrá otra oportunidad de ser de nuevo monarca del mundo.
Su combate con Cuéllar ha sido pactado en el peso ligero (135 libras). Es una división a la que ya, por necesidad física, pertenece el peleador romanense.
Está obligado a ganar esa pelea. Si es que quiere volver a probar suerte y adueñarse de otra faja del mundo. Es, sencillamente, una necesidad ganar este nuevo combate.
Si pierde, -y no hay que andar con rodeos- su carrera profesional estará en “bambalinas” y casi señalando el tortuoso camino de un retiro quizás “a destiempo”.
César Mercedes, al leer la primera entrega de este artículo, se comunicó conmigo para reclamarme que “no creas que El Abejón Fortuna está ya acabado. El Abejón está durísimo, entregado al gimnasio y con mucha hambre de volver a ser campeón mundial”.
¡Maravilloso!, reaccioné ante la manifestación de optimismo de César Mercedes quien, además, cree que su pupilo -con la experiencia acumulada- tendrá un comportamiento muy diferente al que ha tenido en sus más recientes combates.
Está a tiempo
Fortuna está a tiempo de reencontrarse con el éxito. Ir a una nueva prueba y demostrar que le queda “gasolina en el tanque”.
Desde que ganó el título pluma, hace ya casi siete años, fue considerado como un boxeador que iba a tener una duración larga como monarca. Veremos cómo le irá en de noviembre. Saber si todavía está en capacidad de estar en el exclusivo espacio donde habitan los campeones mundiales.