SAN JUAN, PUERTO RICO.- “Recordar es vivir”. Pero a veces “recordar no es vivir”.
A veces no significa vivir. Porque en ocasiones quien recuerda aquellos buenos momentos y ahora ve todo lo contrario, es atacado por la nostalgia.
Es lo que pasó conmigo durante mi breve estancia -de tres días la semana pasada- en esta isla que siempre es de felicidad visitarla.
Recordé aquellos grandes momentos del boxeo puertorriqueño. Recordé a sus más capacitados ídolos entre ellos Wilfredo Gómez, Alfredo Escalera, Héctor –Macho- Camacho, Carlos de León, Wilfredo Benítez, Edwin “El Chapo” Rosario, Samuel Serrano, Juan Laporte, Wilfredo Vázquez, Iván Calderón.
Ellos brillaron en las décadas de los 70 y 80. Luego llegaron Félix Trinidad, ganador de tres cetros mundiales, y otros estelares.
Pero en los mediados de los años 90, y siguiendo la década del 2000, apareció otro grande del pugilismo boricua: Miguel Cotto.
Cotto, hay que resaltarlo, tiene el alto mérito de ser el único boxeador boricua conquistador de cuatro coronas mundiales en diferentes divisiones. Ganó los títulos welter junior, welter, mediano junior y mediano. ¡Maravilloso!
Pero también recordar a los estelares boricuas de los años 30, 40, 50 y 60. Especialmente a Sixto Escobar, su primer campeón mundial.
Igualmente a José “Chegüi” Torres, ganador del cetro semicompleto y a Carlos Ortiz, quien fue monarca en ligero y welter junior.
Wilfredo es el mejor
Wilfredo Gómez, y que nadie lo discuta, ha sido el mejor atleta en la historia del boxeo de Puerto Rico.
Tuve la oportunidad de ver varias peleas de Gómez en el Coliseo Roberto Clemente. Lo vi masacrar a su paisano Juan Laporte, pero también perder su título pluma ante Asumah Nelson. Defendió 17 veces su cinturón supergallo.
¿Y el segundo mejor? Si me hacen la pregunta respondería que Tito Trinidad, quien fue monarca del mundo en tres divisiones.
En Puerto Rico conversé con mi amigo Ray Garriga, uno de los periodistas boricuas más capacitados. Garriga, al igual que yo, recuerda con nostalgia grandes momentos del boxeo puertorriqueño.