LAS VEGAS, NEVADA (EE.UU.). Que nadie piense que ya Manny Pacquiao está para el retiro. No, todo lo contrario.
Aquí, en Las Vegas, Nevada, el nombre de Pacquiao suena. Y suena como si se tratara de un boxeador que va a subir al ring a celebrar una de esas grandes peleas a las que ha tenido acostumbrados a los fanáticos.
Otros seguidores del boxeo, hace poco más de un año -y hasta por las redes sociales- dijeron que ya Pacquiao estaba “listo” y que no debería continuar en los ensogados.
Estas consideraciones se produjeron días antes del combate del estelar boxeador filipino con el argentino Lucas Matthysse, ex-campeón mundial welter y uno de los más capacitados púgiles de estos tiempos.
A mi amigo y colega Alexis Beltré, quien se unió al coro de fanáticos que afirmaban que el filipino sería noqueado por Matthysse, le advertí que eso no iba a ser así, porque Pacquiao iba a ganar esa pelea para volver a ser campeón del mundo. Así ocurrió. Le asestó un duro nocaut al argentino y, de paso, lo mandó a colgar los guantes.
Después de ese importante triunfo, el filipino volvió a demostrar que todavía le queda- mucha gasolina “en el tanque”.
Enfrentó al entonces titular welter, el estadounidense Adrien Broner y lo derrotó sin mayores problemas.
Broner, quien de los 12 asaltos tal vez ganó uno y empató dos, quedó sorprendido por la rapidez exhibida por Pacquiao en ese combate, pero no así los expertos quienes nunca dudaron de su victoria.
Para convencer más
En otro combate, Pacquiao -ante un rival de Estados Unidos que se ufanaba de que derrotaría al “viejo filipino”- salió airoso también en forma cómoda. Se trató de Keith Thurman quien estaba invicto en 29 peleas profesionales.
Pacquiao, a sus 40 años y con foja profesional de 62 (62-7-2), volvió a brillar en el cuadrilátero.
En sus tres últimas peleas, di favorito a Pacquiao y creo que todavía debe seguir en el cruce de guantes. Aquí en Las Vegas a Pacquiao, ocho veces campeón del mundo en diferentes divisiones, ¡se le respeta!