Suponemos como parte del fin jurídico y estratégico del Instituto de Estabilización de Precios (Inespre) es impulsar programas que permitan facilidades a los productores y comida más barata a los ciudadanos.
Comida más asequible que la encontrada en almacenes, supermercados y colmados.

Así de hecho lo especifican los objetivos de esta institución en sus estatutos: presentar un servicio social a través de apoyo a los productores agropecuarios, expansión de sus mercados y por ende se puedan minorizar los costos de los productos a los consumidores.

Pienso que en pocos tiempos como los actuales ante la creciente inflación mundial, evidenciada en nuestro país con números en 8.50 % durante 2021 la labor de esta dependencia estatal cobra un mayor sentido.

La adquisición de productos básicos en la canasta familiar (arroz, habichuelas, pollo, plátano, yuca, guineos, ajo, cebolla, huevos, queso, pan, salami, aceite, etc) se ha convertido en una inquietud general que amerita salidas inmediatas por parte de las autoridades.

El ‘’chao’’ diario (desayuno, comida y cena) estima mensualmente para una familia de condiciones media baja de cuatro miembros, RD$18.000.00, como mínimo.

Presupuesto que podría disminuirse con la presencia del Inespre en los sectores más vulnerables y de clase media. Por lo que a Inespre, le ha llegado su tiempo.

Tiempo de una mayor inyección presupuestaria a sus programas y servicios como los agromercados, las bodegas móviles y los desaparecidos supermercados que tan bien caían en otrora. (muy en el otrora).

Tiempo de innovar hacia un modelo de gestión que brinde a ciudadanos mejores opciones de compra y venta de productos con alta calidad, permanentemente.

Las llamadas bodegas móviles y los supermercados del Inespre resultarían en un significativo paliativo económico si se duplicaran la cantidad de estos programas.

Por citar, aumentar la cantidad de camiones que actualmente suman 2.400, disponer de varios supermercados populares en las diferentes circunscripciones del Gran Santo Domingo y en todo el país.

Somos una nación agrícola, nuestras tierras por fortuna paren los productos que normalmente consumimos por lo que resulta chocante adquirir un plátano en RD$16, 17 y 18 pesos, por mencionar algo.

Un impulso más agresivo a la producción de bienes locales de alto consumo y mecanismos para que esos productos sean de mayor alcance a la población serian recursos bien logrados.

Inespre que presenta una gestión RECIENTE en manos del Ing. Agrónomo Iván Hernández dinámica, eficiente, creciente y presupuestariamente justificada está compelida a llevar comida más barata a la gente, y este es el momento.

Quien suscribe es periodista, comunicadora y especialista en estrategias de comunicación.
ISIS ALVAREZ
PERIODISTA

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