Es saludable para el país el interés y los procedimientos sobre la reforma policial que viene realizando el Presidente de la República Dominicana Luis Abinader. Pues en relación a la ley No. 96-04 que rige la Policía Nacional, esa ley nunca se ha cumplido.
Pero lo más grave es que ha sido violada de reiterada manera en procedimientos delincuenciales y criminales.
Y el modo operativo ha sido en diversas ocasiones la persecución de un plan criminal o de sicariato por encargo simulando una persecución a delincuentes.
Es urgente una reforma policial. Pues la ley 96-04 en su artículo 2 dice que el objeto de su creación es proteger la vida, la integridad física y la seguridad de las personas, prevenir el delito y preservar el orden público.
Pero la realidad es que los principios y finalidad son fundamentales para la paz pública y la convivencia social en civilización.
Es urgente una reforma policial debido a las reiteradas violaciones a los derechos humanos y a la convivencia social que en el ejercicio de sus labores cometen algunos uniformados de la Policía Nacional.
Son diversas las razones que motivan a una reforma policial:
Violación a la propiedad privada en el tránsito público y revisamientos de vehículos.
Los excesos policiales, el sicariato por encargo, los crímenes.
Por supuesto error, la persecución a delincuentes que pone en peligro la vida de personas inocentes en la vía pública, la falta de seguridad y la formación militar. Son las razones fundamentales para un cambio radical en la Policía Nacional. Debe quedar bien claro que el derecho a la vida está consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y en su artículo 3 establece que todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad de su persona.
De manera que una reforma a la ley policial dará un gigante paso de avance, un cambio definitivo que marcará una nueva generación de policías con mayor preparación al servicio de la población.
Apolinar de la Cruz
Ciudadano