Celso Juan Marranzini, presidente de Conep, declaró: “Cierre fronterizo deja pérdida 100 millones dólares”, y argumenta: “El número anual de exportaciones hacia Haití ronda por los 1,400 millones de dólares, entre el comercio formal y el cruce de frontera y, eso lo llevamos a un promedio mensual que supera ligeramente los 100 millones de dólares mensuales”, (periódico El Día 2/11/2023).
Si el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) asume el cierre fronterizo como un hecho que afecta la economía, es por lo mismo que el Banco Central lo ha denominado como el segundo “mercado relevante” del país, y haberlo dicho el Conep en forma tan precisa y cuidadosa, revela la importancia de las consecuencias para la economía dominicana su cierre.
Efectivamente, el Banco Central realizó una investigación sobre la parte informal de ese mercado fronterizo, estableciendo en 429.6 millones de dólares anual. A su vez, confirmó junto con aduanas (DGA) en 1,040 millones de dólares el comercio formal. Ambos sumados arroja 1,469.6 millones de dólares anual. Lo cual significa más de 73 mil millones de pesos anual a la tasa de cambio RD$50 X US$1. Si Ud promedia esos 1469.6 millones de dólares entre 3 cuatrimestres que tiene el año, y el último que es desde septiembre a diciembre, se han perdido 500 millones de dólares, algo más de 100 cada mes.
El cierre de la frontera ha sido un fracaso diplomático, político y, lo más grave, económico del gobierno de Luis Abinader. Todo por dar escobazos a la economía y alardear con una pretendida comedia que va terminando en tragedia. Tragedia para los productores y suplidores; sean pequeños, medianos o grandes; los primeros quiebran y desaparecen, y los grandes se afectan.
Cerrar un mercado “relevante” es una decisión de Estado que no toma un gobernante experimentado y que le sirva a su pueblo. Mucho menos, en un momento en que sucede una crisis económica reflejada en tres de sus indicadores más importantes: inflación, desempleo y bajo crecimiento. Todos los cálculos de los economistas y organismos económicos internacionales sitúan la economía dominicana para este año con un crecimiento de 2%, siendo su promedio histórico 5%. Es posible que ese 2% se desplome a 1.5%+1.9% por el cierre fronterizo.
Destruir ese mercado fronterizo traerá graves consecuencias, entre las cuales se siente inicialmente contra los productores de alimentos perecederos, como el sector avícola y agrícola. Pero así mismo se reflejará en otros renglones. Además, las quiebras traen desempleos, baja del crecimiento económico, subida de la inflación al haber menos ofertas.
En las próximas semanas comeremos “gallinas ponedoras”, pero empezará a escasear el huevo. Veremos huesos de sopa y “piltrafa”, josiquito de cerdo, mondongo, patas de res, cerdo y pollo. En fin, mercancías que se vendían en esa frontera. Lo penoso es que quienes los producen dejarán de hacerlo por quiebra en sus negocios.
Los dirigentes de este gobierno que han creado esta situación, agravando la crisis económica, deben escuchar al sector económico o sufrirán las consecuencias políticas. Es totalmente comprobado aquello de que las crisis económicas crean crisis políticas, y los partidos gobernantes, conservadores o progresistas, salen del poder. Hasta ahora no ha habido un partido político de gobierno que en los últimos procesos haya retenido el poder.