El final de un año siempre me lleva a reflexionar sobre todo lo que viví en él.
Este 2024 fue un año de cambios profundos en mi vida. Tomé la decisión de mejorar cada área importante de mi día a día y los resultados han sido tan buenos que quiero compartirlos contigo.
Este es el primero de cuatro artículos donde te hablaré sobre las cosas concretas que hice en 2024 para cuidar mi salud, mis finanzas, mis relaciones y mi crecimiento personal.
Todo con la esperanza de que estas ideas puedan inspirarte para tener un 2025 aún mejor.
Hoy quiero empezar con lo más importante: la salud. Sin ella, todo lo demás pierde su brillo.
Estas son las 6 cosas que cambié este año y que me hicieron sentir más fuerte, vital y en control de mi cuerpo:
- Dormir ha sido mi gran reto. Aunque apagué las pantallas una hora antes de acostarme y comencé a leer o a escribir un diario, todavía me cuesta mantener una hora fija para dormir y despertar. Estoy en menopausia, por lo que me es más complejo lograrlo. Por eso estoy trabajando en obtener mejor descanso. Te recomiendo comenzar una rutina hasta entender tu ritmo.
- Levanté pesas: Sí, este fue el año en que entendí el poder del entrenamiento de fuerza, especialmente para mi edad. Mis músculos se fortalecieron, mis articulaciones mejoraron y mi confianza se disparó. Estoy en mi mejor forma hasta hoy.
- Comí más consciente: Cambié los alimentos procesados por comida real. Incorporé más proteínas, vegetales frescos y grasas saludables. Comer bien no solo impactó mi cuerpo, también mejoró mi ánimo y claridad mental.
- Aprendí a manejar el estrés: Primero me tomé un sabático del trabajo, 6 meses para ser exactos. Necesitaba volver a mí.
Introduje prácticas de meditación y respiración consciente. Dedicar 10 minutos varias veces al día a reconectar conmigo misma marcó una gran diferencia. - Me estoy suplementando. Aquí me voy a cuidar de no darte un consejo médico, solo te recomiendo hacerte un chequeo completo y que un Doctor te recomiende lo que te haga falta a ti.
- Salí al aire libre: Caminar al menos 30 minutos al día me ayudó a desconectarme, recargarme y apreciar la belleza de lo simple.
El cambio más grande vino al entender que la salud no es un destino, sino un camino. No tienes que hacerlo todo perfecto; se trata de constancia y pequeños pasos.
En el siguiente artículo, el próximo viernes, te contaré cómo trabajé en mis finanzas este año para sentirme más tranquila y preparada para el futuro. ¡No te lo pierdas!
