Desde procesadores de texto activados por voz hasta artefactos que hacen el trabajo por nosotros son cada vez más comunes para escribir.
El acomodamiento y la prisa, muy propios de la modernidad, no nos dejan ocasión para reparar en lo que habrá implicado el proceso para que una palabra (significado) lograra ser asociada con algo (significante). Eso permitió que la humanidad comenzara a denominar a todo lo conocido, y lograra entenderse mediante el uso de la comunicación oral.
Con el paso del tiempo, en las cuevas y en otros lugares en donde se producía eco o se contaba con condiciones acústicas muy particulares, los seres humanos se animaron a dibujar.
Con el tiempo fue preciso dedicar menos tiempo y esfuerzo para representar los sonidos. Los dibujos fueron sustituidos por trazos que dieron paso a las letras que usamos hoy para escribir palabras, a modo de significados de ciertos significantes.