Estamos a pocos días de las elecciones, el próximo 19 de mayo nuestro país celebra las “Elecciones Generales Ordinarias Presidenciales, Senatoriales y de Diputaciones 2024”, al margen de la consideración personal de quien les escribe respecto a los efectos negativos de que dichas elecciones sean en el mismo año, máxime cuando se ha visto que, de igual forma, seguimos en campaña durante los 4 años entre los comicios, nos vamos a referir a las elecciones para el primer Poder del Estado, el Poder Legislativo.
Tenía tiempo con la pregunta que encabeza este artículo, concretamente desde que leí “Una tierra prometida”, libro en el que el presidente Barack Obama (mejor orador que presidente) narra su historia. Obama mientras cuenta lo vivido cuando era congresista y cómo en ocasión de un discurso suyo el entonces presidente del senado en Illinois, Pate Philip, le felicitó por su discurso y le dijo que “quizá incluso hayas hecho cambiar de opinión a más de uno, pero no has cambiado ningún voto”. Seguía diciendo en qué consistía la política, una sucesión de transacciones, la mayoría a puertas cerradas y que la mayoría del tiempo los votantes no estaban prestando atención, pero ¿hay forma de que los votantes presten atención?
En República Dominicana el escenario no es distinto, por lo que nuestro artículo es una doble invitación, primero a participar de la fiesta de la democracia y segundo a prestar atención, las condiciones han ido mejorando, nuestro escenario no es el mismo de hace 10 años cuando las caravanas y bandereos eran la única fuente de campaña, en ese aspecto toca aplaudir la labor de la Asociación Dominicana de Jóvenes Empresarios (ANJE) con los debates organizados y del Consejo de Desarrollo Económico y Social de Santo Domingo (Codessd) que ha hecho lo propio y ha expandido el debate a gran parte del país.
Aún con estos espacios democráticos de cara, principalmente, al nivel congresual, donde nos toca elegir a quienes nos representarán durante los próximos 4 años, nos toca retomar la pregunta ¿estamos prestando atención? Creo que la respuesta en nuestro país es evidente, no estamos prestando atención.
Lo primero es el nivel de desconocimiento de la población en general respecto a las funciones del Senado y la Cámara de Diputados, sin conocer su papel en la formación de las leyes, la potestad única en el establecimiento de los impuestos, su rol en el Presupuesto General del Estado, sus funciones de fiscalización y control, los órganos cuyo nombramiento recae en las Cámaras, de poco podemos responsabilizar a los legisladores.
De primera mano sé que las últimas generaciones manejan una cantidad de información sin par, que si hacemos de los destinos de nuestro país una prioridad las cosas serían muy diferentes, podríamos abrir la puerta a un Congreso que, finalmente, modifique el Código Penal, para que contemos con herramientas reales de política criminal, nos brinde de herramientas de participación ciudadana eficaces, preste atención al Código Civil y de Procedimiento Civil y nos dote de las tantas piezas legislativas que la propia Constitución manda y que 14 años después la sociedad espera.
Aprovechemos las herramientas de las que disponemos hoy día que nos permiten conocer propuestas, al margen de banderas partidarias, conocer posturas, cercanía, perfil, experiencias pasadas en el propio hemiciclo y usemos las mismas para ejercer ese sagrado derecho a elegir, pero sobretodo para después exigir y que se nos tenga que rendir cuentas, respecto a lo prometido y a lo realizado. No estamos prestando atención, pero eso puede cambiar.