La determinación de la Asamblea General de las Naciones Unidas de reemplazar a la Comisión de Derechos Humanos, de 61 años de antigüedad, y sustituirla por el Consejo, evolucionó a partir de una propuesta formulada por el informe del Grupo de Alto Nivel sobre las amenazas, los desafíos y el cambio, presentado en diciembre del 2004.
Dicho informe fue elaborado por una comisión nombrada por Kofi Annan, Secretario General de la ONU en ese momento, a la cual se encargó evaluar la mejor forma en que Naciones Unidas podían hacer frente a las amenazas a la seguridad. A diferencia de la Comisión que se reunía una vez al año.
La propuesta de Annan era que los miembros del Consejo deberán comprometerse a acatar las normas de derechos humanos más rigurosas, como órgano permanente, y así estaría en la condición de responder cuando fuese necesario.
Es un órgano intergubernamental de las Naciones Unidas encargado de los derechos humanos e instituido por la Asamblea General en su resolución 60/251, que sustituye a la Comisión de Derechos Humanos en todos sus anteriores mandatos, mecanismo, funciones y responsabilidades.
Está encargado de fortalecer la promoción de los derechos humanos en el mundo y hacer frente a situaciones de violaciones de los mismos, y formular recomendaciones sobre ellos.
Dicho Consejo de derechos humanos de la ONU está integrado por 47 miembros, que son elegidos por la mayoría de los miembros de la Asamblea General de la Naciones Unidas a través de votación directa y secreta. Tiene sede en Ginebra y la oficina del alto comisionado para los Derechos Humanos es el organismo encargado directamente de su promoción y protección.
Hago esta larga reflexión por la candidatura lanzada por el gobierno dominicano en junio del 2022 para ocupar un asiento dentro de los 47 Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas, para el periodo 2024-2026, pautada para este mes de octubre del 2023. En la cual se presentó en ese entonces un video sobre la defensa de los derechos desde los tiempos del sermón del padre Montesinos.
Nuestro ministro de Relaciones Exteriores Roberto Álvarez al lanzar la candidatura expresó. ‘’ Dicha elección otorgaría al país el espacio idóneo para posicionarse como líder regional en temas vinculados con los derechos fundamentales, y a su vez, impulsar un diálogo participativo y abierto desde la visión de un país receptor y emisor de migrantes…
Y que nos comprometemos a seguir avanzando en la igualdad de género; trabajar a favor de la abolición de la pena de muerte, trabajo y matrimonio infantil; abogar por la libertad de expresión, la participación social y la no impunidad para los Derechos Humanos; y fortalecer la implementación nacional de las obligaciones de derechos humanos ’’.
Para terminar lograr este puesto como parte del eje número tres de la política exterior dominicana, el país plantea promover los valores democráticos y los derechos humanos consagrados en la constitución y en los tratados.