Ha pasado semana y algo de la terrible explosión de PolyPlas en Villas Agrícolas y continuamos comprobando la sobrecogedora magnitud de la desgracia. Ocho muertos, más de un centenar de heridos, escuelas y decenas de viviendas afectadas y desamparo y penuria familiar. Según los bomberos, la explosión se debió al incumplimiento de normas y protocolos de seguridad en manejo de gas. La Procuraduría anunció por su parte que se investigará el hecho para determinar si hay responsabilidad penal en él. Los afectados empezaron a ser indemnizados por los daños, se informa. Esto ha sido definitivamente un desastre de proporciones históricas con muchas vertientes e implicaciones, una tragedia que, por fuerza, debiera aleccionarnos para buscar seriamente ser un país más organizado.