Sincerización

Bajar el alto índice de embarazo infantil y adolescente que exhibimos sigue siendo una tarea pendiente en nuestro país. Este es un factor reproductor de miseria, ciertamente, a su vez que efecto de la pobreza, marginalidad y desamparo social. En la cuestión inciden factores culturales, aquí la gente pobre cree que hay que tener hijos temprano, entre otras falsas ideas. Pero adicionalmente el Estado no ha jugado su rol en la educación sexual y reproductiva. Se ha apostado tradicionalmente a promoción de la abstinencia como forma de evitar embarazo infantil y adolescente, pero eso es insuficiente. En nuestras familias y escuelas urge sincerar el tema de la prevención del embarazo juvenil, abordarlo con pelos y señales y carácter práctico.