Hay expectativa de que el desorden del transporte y el tránsito terrestre, terminará con la ley 63-17 de movilidad, transporte terrestre, tránsito y seguridad vial que acaba de entrar en vigencia. En su estreno se aprecia una revigorización de los agentes de la AMET; entusiasmo entre las flamantes autoridades del INTRANT. Todo eso está muy bien siempre y cuando no sea cosa de “escobita nueva que barre bien”. El problema esencial nuestro es la aplicación de la ley y hacer las instituciones funcionales. Introducir un nuevo orden en el tránsito en base a la nueva normativa representa prácticamente una revolución o transformación cultural. Todo un reto hacerla cumplir en nuestra sociedad habituada al incumplimiento. Sistematicidad y dejar fuera la política serán claves.
Reto y esperanza
Hay expectativa de que el desorden del transporte y el tránsito terrestre, terminará con la ley 63-17 de movilidad, transporte terrestre, tránsito y seguridad vial que acaba de entrar en vigencia. En su estreno se aprecia una revigorización de…