La inteligencia artificial es una tecnología que traerá grandes beneficios y fascina, pero nadie puede negar que encierra peligros. Ahora es el Vaticano el que advierte de ellos: que esté en manos de unos pocos; uso equivocado por parte de los estudiantes, desinformación y noticias falsas, armas autónomas. Y no mencionó el temido impacto sobre el mercado laboral, ciberseguridad, uso por parte de maleantes, y más. Pero habría que agregar también el temor a “sedentarismo cognitivo” o sea, perder nuestra capacidad de pensamiento, según advierte el neurocientífico y divulgador argentino Mariano Sigman. Sin entrar en pánico, que no es buen consejero, debemos entender los riesgos para ver cómo minimizarlos.