Desde 2004 ningún huracán había ingresado en territorio nacional, pero eso no podía ser eterno. Tarde o temprano nos tocaría uno y efectivamente, 18 años después (cuántos nacieron en ese ínterin que han tenido ahora su primera experiencia ciclónica) nos ha llegado Fiona y repetimos ciclo de estos casos. El país obligado a “pausar”.

Se paran en gran medida trabajo público y privado, aparato productivo y tránsito; temas o problemas que estén al momento sobre el tapete, pasan a segundo plano.

Huracán es el tema obligado y después que pasa, sus daños, damnificados y pérdidas económicas; nuestra historia como país ubicado en la ruta de huracanes. Tras Fiona, queda la incógnita de cuánto nos durará el respiro ciclónico.

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