Nuestro país

Otra semana políticamente agitada bajo el huracán ODEBRECHT. Graves revelaciones de comportamiento impropio de una funcionaria. Otro Día Internacional de la Mujer con la hipocresía al pecho. Dos jóvenes mujeres halladas muertas en Santo Domingo Este. Las razones para sentir preocupación por el rumbo de nuestro país parecen cosa de nunca acabar; estas son unas pocas para mencionar entre muchas. Hay lugar para el enojo, la indignación, la frustración, pero estas emociones, justificadas, no deben hacernos perder de vista nuestras muchas cosas positivas. Por ejemplo, esencialmente, nuestra paz social, la estabilidad política que ha sustentado el progreso del país en los últimos 50 años. Defendamos esa gran fortaleza por encima de todo y sin arriesgarla, insistamos en la solución a nuestros acuciantes problemas.