Las autoridades tendrán que acentuar las revisiones con rayos equis en las terminales de salida de nuestros aeropuertos, ante lo que se vislumbra como una nueva modalidad en el modus operandi de las denominadas mulas, que hasta ahora solo eran utilizadas para transportar bolsitas de cocaína en sus estómagos. Esto luce pertinente ante la detención en un aeropuerto de Alicante-Elche, en el este de España, de una pasajera dominicana de 63 años procedente de Santo Domingo que transportaba en su equipaje 20,000 pastillas para mejorar el desempeño sexual masculino. Parece ser que las mulas y quienes las utilizan para tráficos ilegales también se reinventan en la búsqueda de nuevos mercados.