Cristina Fernández de Kirchner, expresidenta de Argentina, se salvó “de milagro” de la muerte porque se trabó la pistola con que se atentó contra su vida. Análogo a eso, el atentado contra el expresidente de Estados Unidos y nuevamente candidato republicano, Donald Trump. Salió solo levemente herido, un “milagro”, declaró, gracias a que se volvió para señalar un cartel sobre inmigración, una de las raras ocasiones en que aparta la mirada de la multitud. El atentado contra Ronald Reagan tuvo la virtud de unir a la nación. Este, en cambio, la desune más. No hay ahora mismo un conflicto mayor, por no decir guerra civil, gracias al “milagro” de la supervivencia de Trump.