Ni baja de pasajes ni de bienes de consumo tras la reducción de los combustibles. Pero al menos se frenó la inflación que los aumentos de los carburantes, conjuntamente con deslizamientos de la tasa de cambio del dólar, alentaron durante gran parte de 2018. En ese sentido, el año nuevo, cuya normalidad es el “regalo de Reyes” de precios más altos en todos los artículos por efecto de la mayor circulación monetaria de diciembre, ha iniciado con un ambiente de alivio para el consumidor. Registramos una etapa de “deflación”, informó el Banco Central, algo supuestamente no tan idóneo en una economía dinámica. Sin embargo, amas de casa, asalariados, desempleados, trabajadores informales, saludan con júbilo este respiro para el abatido presupuesto familiar. ¡Hurra!
¡Júbilo!
Ni baja de pasajes ni de bienes de consumo tras la reducción de los combustibles. Pero al menos se frenó la inflación que los aumentos de los carburantes,