Una de las debilidades institucionales de los gobiernos dominicanos, al margen de color o sustento partidario, es que por populismo ceden a determinados reclamos sectoriales, aun conscientes de que se perjudica la colectividad. Esto se repite con la extensión de horario para el expendio y consumo de bebidas alcohólicas durante el periodo navideño. Como la extensión es ilimitada los días 24 y 31 de diciembre, ¿con qué seguridad propia y para los demás podrán contar las personas embriagadas que se trasladen a sus hogares en autos o motocicletas? No todo lo que provenga de una petición popular es bueno ni aceptable, y se incurre en una irresponsabilidad tremenda al ignorarse tales peligros.