Había que ser muy ingenuo o desconocedor por completo de la cultura clientelar y proteccionista que practican entre sí nuestros políticos para pensar que los legisladores aprobarían sendos proyectos de ley para limitar el número de exoneraciones de vehículos que estos reciben. Como supimos, las piezas fueron depositadas, pero la comisión correspondiente no se dignó a conocerlas. Es tanto pena como barbaridad que la hayan ignorado, mientras el Estado por esas exoneraciones, en su mayoría para vehículos de alta gama, dejó de percibir RD$2,140 millones. Con esos recursos se hubieran realizado obras de interés colectivo. Para defender sus intereses los legisladores se ponen a una, al margen de banderías partidarias.