Ciento ochenta años de República Dominicana. Una de las tareas pendientes en la agenda nacional y que debería ser asumida con rigor por la clase política en general, es crear una verdadera conciencia ciudadana sobre la Independencia Nacional y el legado de los forjadores de la nacionalidad dominicana. No se trata de impulsar una postura a ultranza meramente chauvinista, sino de compromiso con los valores por los cuales lucharon ellos lucharon. Tampoco limitarlo al tema de la soberanía, aunque es vital e irrenunciable. Nuestros padres de la patria fueron en lo personal y por sus acciones, también un ejemplo de seriedad, entrega y compromiso con el interés general. Emularlo es honrarles.