El debate en torno a las causas del desplome de una pared que causó nueve víctimas mortales en el paso a desnivel de la avenida 27 de Febrero solo tiene sentido si concluye con medidas para prevenir otras tragedias. Eso es lo que necesitamos como país, extraer los aprendizajes a futuro, de una vez por todas.
Para los familiares de los fallecidos sólo ha contribuido a provocar indignación en medio del dolor, porque nada de eso les devolverá a sus seres queridos.
Es penoso también que se han hecho enfoques sin tomar en cuenta la memoria de los muertos y con matices de búsqueda de ganancia político-electoral. Ha faltado prudencia.