El gobierno defiende un proyecto de reforma fiscal, pero en él hay puntos que son abusivos, injustos e inaceptables. Uno es el impuesto a propiedad suntuaria, para el cual se fijó un umbral demasiado bajo, RD$5 millones, lo que cuesta un apartamento modesto hoy en día.
Los técnicos del Gobierno aparentemente aplicaron la abusiva lógica de que mientras más bajo fuera, mayor sería el campo que abarcaría el impuesto, golpe a la clase media. Otra barbaridad es gravar los intereses de ahorros y certificados bancarios, atentado contra el ahorro ciudadano. He ahí dos ejemplos, pero quizá veamos más, según se destapan nuevos detalles del tema. El país en manos de los legisladores perremeístas.