El comercio causó el surgimiento del Saint Domingue francés, hoy República de Haití. Por el contrabando de las poblaciones del noroccidente de La Española con corsarios franceses, ingleses y holandeses, Felipe III ordenó al gobernador insular Antonio Osorio despoblar la zona (Las devastaciones, 1605-1606). El abandono español fomentó que piratas franceses se asentaran, específicamente al oeste, y en el siglo XVIII España reconoció ese territorio como francés. Así fue el comienzo y actualmente el comercio, lícito, ilícito, es cuestión primordial de la relación con nuestro vecino fronterizo. Haití es uno de los tres principales destinos de las exportaciones dominicanas; sin ese mercado la producción nacional quiebra.