Ganadora

La reciente pérdida de un arete valioso me rememoró anteriores situaciones similares, amén de pérdidas no materiales, con lo que me llené de tristeza y pensamientos destructivos. Insistiendo en reveses y extravíos, concluía que contaba más…

La reciente pérdida de un arete valioso me rememoró anteriores situaciones similares, amén de pérdidas no materiales, con lo que me llené de tristeza y pensamientos destructivos. Insistiendo en reveses y extravíos, concluía que contaba más pérdidas que ganancias en mi vida; mi ánimo se desplomó. Logré sacudirme del mal momento y me dediqué a contar mis verdaderas riquezas, conforme Og Mandino en su clásico “El milagro más grande del mundo”. Comprobé un balance insospechado de “bienes” positivos. Nuestra mente tiende a recrear más pérdidas y eventos negativos pues su efecto psicológico es más impactante. Esa tendencia induce infelicidad y debemos contrarrestarla. La vida siempre traerá ganancias y pérdidas, inevitablemente. Sentirnos más ganadores que perdedores depende exclusivamente de nuestra voluntad. 

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