Hay que saber en qué uno se mete al aceptar un cargo público. El querido Hugo Beras aceptó el cargo de titular del Intrant, un empleo que no necesitaba desde el punto de vista económico, y ahora está en tela de juicio y gimoteando, tras la suspensión de Compras y Contrataciones Públicas (DGCP) de la adjudicación de un contrato de semáforos inteligentes. Beras se ha empecinado en defender la transparencia de la compra y se quejó de la intervención de la DGCP, que, dijo, le ha afectado personalmente. Pero la DGCP no ha hecho más que su trabajo. Lo que él debía haber hecho era esperar que todo se aclare o bien, renunciar.

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