En la sociedad dominicana ahora ocurren hechos espeluznantes que antes solo conocíamos a través de películas o novelas de terror. Ejemplo reciente es el caso de un niño de siete años apuñalado casi mortalmente por su padre. El hombre actuó por venganzas contra la madre, quien, según noticias, vivía de la prostitución, y había sido vista por el menor teniendo sexo. ¿Qué clase de persona podría ser este niño en el futuro si su inocencia ha sido ultrajada por crecer en un entorno de violencia y promiscuidad? Sobre este tema hay que reflexionar mucho; tomar medidas dentro de lo posible en torno a los factores que están contribuyendo a tanta descomposición.

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