Se supone, o más ben debería ser así, que cualquier debate en materia educativa y en especial la que se imparte en el sector público, debería centrarse en la calidad de contenidos y buenas prácticas de enseñanza. Pero como hasta en la educación hay intereses económicos envueltos, a veces las presiones y la discusión del tema tiene otros tintes. Por lo menos esto es lo que se evidencia en el actual conflicto entre Educa, las editoras de libros y Educación sobre los nuevos textos escolares. En lo que toca a Educa es lamentable porque siempre ha sido un importante aliado para el fomento educativo en el país.