La discriminación por razón de edad se denomina edadismo, término acuñado por Robert Butler hace 50 años e incluido en el Diccionario de la Lengua Española en 2022. Es una generalizada práctica en nuestro país, pese a su prohibición constitucional. Se practica interpersonal e institucionalmente, como lo del Intrant, que resolvió renovarles cada dos años, en vez de cuatro, la licencia de conducir a personas de 65 años y más, cobrándoles cuatro. También el MAP ha limitado a 55 años la edad para participar en concursos profesionales del Estado. Y una de las acciones edadistas más predominantes, particularmente en el ámbito privado, es la de no dar empleo a “viejos”.