No sabemos si la historia de los dos últimos noviembres se repetirá en noviembre de 2024, o sea, si habrá otro “noviembre”, lluvias extraordinarias con consecuentes caos, destrucción y muertes; pero es muy probable que algo así ocurra eventualmente y no necesariamente en noviembre, más bajo la premisa de que aquellas dos desgracias atmosféricas fueron “cortesía” del cambio climático. El problema está planteado y como remarcó un urbanista, Marcos Barinas, la falta de adecuado drenaje pluvial en Santo Domingo es un problema urgente, que no puede esperar más. Los estudios y proyectos que plantean las posibles soluciones están ya hechos. Lo que se necesita es la decisión política.