Digesset

Al dedo malo todo se le pega, reza el refrán y pareció cumplirse a pie juntillas conmigo y mi carro antier. Debido a que fue impactado por detrás hace dos meses y aún no ha sido reparado, el vehículo circula prácticamente destruido en la parte trasera. Para colmo, fue remolcado arbitrariamente por la Digesset. Se inventaron un motivo tan insostenible que el oficial de turno en el centro de retención lo cuestionó y así, lo variaron a “mal estacionado”, una mentira igualmente que yo podía demostrar. Me plantearon impugnar la contravención pero avisada de la larga burocracia y necesitando mi carro, decidí mejor resignarme a la injusticia y pagar. Más daño para mi vehículo, perjuicio y estrés para una ciudadana inocente.