El caso de los cadáveres de seis neonatos dejados a la puerta del cementerio Cristo Salvador más insólito y escandaloso no puede ser. Seres humanos, bebés nacidos que apenas vivieron y ni siquiera llegaron a tener nombre, cuyos restos fueron dejados en un lugar como basura o desecho. Un ultraje a la dignidad humana que habla muy mal de nosotros como país, denota cómo nos deshumanizamos. Una espera que sea un hecho aislado, que algo así nunca vuelva a ocurrir, como también que habrá consecuencias; que serán establecidas responsabilidades y habrá sanciones. Por supuesto, como en tantas otras s, estamos escépticos en ese sentido. Ver para creer.