La medida anunciada por el presidente Luis Abinader de deportar semanalmente 10,000 indocumentados haitianos pone nuevamente de relieve lo grave y complicado que es este tema. Su incidencia no es solo a nivel local, pues estamos en la mirilla de la comunidad internacional.
En principio, la cantidad inicial que llegaría a 40,000 por mes, sería un indicativo del volumen de ilegales de la vecina nación en distintos puntos del territorio nacional. Pero la pregunta es ¿tienen las autoridades el control y la logística para localizar a todos aquellos con estatus migratorio irregular? Otra cosa, estas deportaciones no resolverán el problema mientras la frontera sea permeable por falta de vigilancia y controles realmente efectivos.