Una serie de hechos sangrientos con balances mortales incrementan la inquietud de la población sobre la violencia criminal en el país y la frecuencia con que se registran estos hechos. Algo a destacar en las últimas semanas es que, por sus características, algunos de estos sucesos se asemejan a la forma en que actúan los sicarios. Vehículos con personas a bordo reciben una lluvia de balas que los dejan como un colador, como el caso de Santiago donde murió una venezolana que estaba al frente del volante y su acompañante resultó gravemente herido. Tiroteos a mansalva en plena calle, cualquier persona ajena a conflictos puede morir o resultar herida.