Inicialmente pareció un atentado al ejercicio comunicacional, ordenado por una mano siniestra. Después se identificó al autor, José Rodríguez, quien “se suicidó” cuando era perseguido por agentes policiales, comunicó la Policía. Luego se supo que Rodríguez asesinó a los dos comunicadores en el marco de su disgusto por una situación con el CEA. Avanzó un dinero para adquisición de un terreno que no recibió, porque el CEA lo vendió supuestamente a un funcionario. Un terrible suceso de sangre con igual telón de fondo que en el caso del ingeniero David Rodríguez, que se suicidó en 2015 en plena OISOE: la corrupción y el tráfico de influencias vigente en muchas entidades del Estado. Corrupción pública, imbatible flagelo. ¿Cuánto más faltará por ver?
Corrupción
Inicialmente pareció un atentado al ejercicio comunicacional, ordenado por una mano siniestra. Después se identificó al autor, José Rodríguez, quien se suicidó cuando era perseguido por agentes policiales, comunicó la Policía. Luego…