El fallecimiento de la exprimera dama de Estados Unidos, Rosalyn Carter, a los 96 años, ha puesto de relieve un positivo legado humano y social femenino. Su esposo, el expresidente Jimmy Carter, dijo de ella que “fue mi compañera en todo lo que logré; me dio sabia orientación y aliento cuando lo necesité”. Un matrimonio de 77 años, Rosalyn fue su aliada y sostén en la Casa Blanca y se le llamó su “copresidenta”. Luchó por décadas con amor e intensidad en favor de un trato digno y humano a las personas con problemas mentales. Paradójicamente terminó sus días siendo declarada con demencia. Descanse en paz.