Finalizado un año, iniciando otro, se plantean balances personales. Pueden ser temibles pero conviene darnos la oportunidad de reflexionar sobre las lecciones de los pasados doce meses, amén de perfilar el camino durante los próximos. Podemos encontrarnos con que lo que nos propusimos el año pasado no se dio y eso afectarnos, erosionar la motivación y el empuje. Lo constructivo es separar los saldos positivos y negativos sin dejarnos abatir y proponernos nuevas metas, sin miedo. Mi recuento arrojó un año pasado con actividades distintas a las inicialmente esbozadas; sin embargo, esa impensada ruta me dirigió a mejores metas. Para continuar creciendo, en balance de año, concentrarnos en logros e intentos de superación, no en lo que no se nos dio.
Balance
Finalizado un año, iniciando otro, se plantean balances personales. Pueden ser temibles pero conviene darnos la oportunidad de reflexionar sobre las lecciones de los pasados doce meses, amén de perfilar el camino durante los próximos. Podemos encontrar