Ayuno

Mucha gente “a dieta” iniciando el año. Sopas de verduras, jugos de vegetales, carnes magras, ensaladas, son el menú de moda, en pro de la “desintoxicación” y “rebajadita” tras los excesos de diciembre. Generalmente las personas asumimos esta clase de disciplinas alimentarias en circunstancias forzosas y hasta resintiéndonos, al suspender nuestro estilo de alimentación. Vale verlo en otra perspectiva, nuestro organismo agradece estas pausas. Reducción o eliminación de alimentos grasientos, azúcar, alcohol, funcionan a nivel celular como un periodo de mantenimiento. Se reduce la producción de los dañinos radicales libres; el sistema gastrointestinal se limpia y descansa. De hecho ahora se pondera científicamente el “ayuno intermitente” -no comer de 12 a 16 horas periódicamente-. Para personas sanas es una práctica efectiva, doy fe.