Se puede entrenar la mente contra la divagación mediante la práctica de la meditación, la cual permite conectar con el espacio entre un pensamiento y otro. Ese espacio vacío, sin pensamientos, auspicia tranquilidad mental, calma. Conseguimos ser testigos de las emociones en vez de sentirlas, lo que nos significa su control, aun brevemente. Es un reto, pero una práctica que mucho vale intentar y perfeccionar. Descubres que tú no eres tu mente, sino que la trasciendes, y esa consciencia fomenta paz y autodominio. Somos lo que pensamos, y podemos evitar pensar -ser- lo que quiere una mente desordenada, inclemente. El aprendizaje que se gana con la práctica regular de la meditación.

Posted in Buen Oficio

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas