Una buena noticia en el plano nutricional es que el huevo ha sido definitivamente “redimido”. La advertencia, hecha en los años 60 y 70 del siglo pasado por la Asociación Americana del Corazón, de que no era sano comer más de tres huevos por semana, ha sido desmentida.
Se ha concluido que no hay un vínculo definitivo entre consumo de este alimento, de fácil digestión, componente principal de múltiples platos dulces y salados y parte imprescindible de muchos otros, y el aumento del colesterol en la sangre. Un huevo al día no hace nada. Como en el caso de todo alimento o sustancia, es cuestión de no consumirlo excesivamente.