El problema de accidentes de tránsito tiene ya carácter de urgencia y las autoridades han decidido actuar. Apuntan a que cambie el comportamiento de conductores con penas y multas más severas que las prescritas por la ley 63-17, o sea, endureciendo el régimen de consecuencias. Coincidimos en que las actuales penas y multas son ridículas y deben endurecerse. La ministra del Interior, Faride Raful, y legisladores han anunciado proyectos de penas y multas más severas para infractores viales, con la esperanza de que redunden en más observancia de ley y menos accidentes. Bien, pero de nada serviría si las autoridades siguen sin hacer cumplir la ley, la otra faceta del problema.