Los abordajes de los problemas sociales se concretan en políticas públicas basadas en enfoques no explicitados por quienes las implementan. Conocer sus enfoques permitiría establecer distinciones partidistas, en una época de discursos de “contorno verbal borroso”. Arendt (1995:12)
Los métodos y procedimientos decisionales y las formas de gestión pública son parte de las políticas públicas y estatales. El abordaje de la agenda estatal responde a “tomas de posición” ideológica de los decisores políticos.
Distinguimos varios planos de interacción entre estado-sociedad (Oszlack, 2009): funcional, material y de dominación. Uno de los enfoques más conocidos y recomendados por los asesores internacionales es el Enfoque de Derechos, se da en un plano y la ideología se da en otro plano. Las ideologías fueron agrupadas en dos tendencias fundamentales: la Izquierda y la Derecha. Desde hace décadas se habla de apagón ideológico, e incluso de sordera, no sólo por el empleo incorrecto de las palabras, considerado una cuestión de gramática lógica, sino de perspectiva histórica, pues una «cierta sordera a los significados lingüísticos ha tenido como consecuencia un tipo de ceguera ante las realidades correspondientes». (Arendt 1995:13).
¿Cómo podemos distinguir, entonces la ideología subyacente a las políticas públicas? Algunos autores agrupan la Izquierda y Derecha bajo dos principios de DDHH, planteados como opuestos: Libertad e Igualdad. Quienes apuestan por la libertad, se van al extremo del liberalismo, liderado por el Mercado, antagonizan con las ideas que subyacen a la igualdad, liderado por el Estado. La implementación del enfoque de derechos procura que todos por igual disfruten de los mismos derechos, imposible sin la intermediación del Estado. Llamado a regular y garantizar que los problemas comunes a muchos individuos, sean atendidos de manera colectiva con financiamiento público. Me parece que presenciamos nuevas tendencias.
