En febrero celebramos una de las fechas más importantes para los dominicanos: la Independencia Nacional. De ahí que se escuche con mucha frecuencia decir: “febrero, mes de la patria”.
En este mes los Centros Educativos a nivel nacional trabajan arduamente en la preparación del desfile del 27 de febrero. Ese día las calles se tiñen de rojo, azul y blanco. Las banderas se agitan imponentes por las calles del país. Los estudiantes visten sus más elegantes trajes, peinados y maquillajes. ¡Si que se siente la alegría!
Sin embargo, todo esto es superficial si no se trabaja día a día en la construcción de ciudadanos integrales, críticos, democráticos, capaces de asumir roles, promover y defender los Derechos Humanos y capaces de involucrarse en las luchas por la justicia y la equidad social.
De verdad, hay que valorar todo este empeño y dedicación que envuelve la comunidad educativa en este mes y el regocijo del pueblo, en sentido general. Sin embargo, encuentro oportuno el momento para motivarlos a continuar trabajando con el mismo entusiasmo de febrero durante todo el año en favor de la promoción y conservación de los valores patrios, bajo el entendido de que ¡La Patria es siempre! Y se construye y fortalece cada día.
Que en cada centro educativo siga vivo el espíritu patriótico a través del respeto a los símbolos parios. Que cada día se reciten poesías a la patria y que febrero nos dure todo el año. Que las voces de nuestros poetas homenajeando la patria resuenen cada día en nuestras aulas. Que como dijo Pedro Mir en su poema “Ni un paso atrás”:
Que en la lucha del pueblo se confirme,
—sangre y sudor—la nacionalidad.
Y pecho al plomo y la conciencia en firme.
Y en cada corazón… ni un paso atrás.