En América Latina y el Caribe emergen con mucha determinación grupos de estudiosos de la Ciencias Sociales, la filosofía, la antropología y la sociología. Esos pensadores contribuyen a recuperar, reconstruir, consolidar y actualizar el pensamiento propio latinoamericano. Una identidad que late en los corazones de las comunidades originarias, negras y mestizas. Aunque no hagan prensa, avanza silenciosa la restauración de la identidad latinoamericana, he aquí una muestra.
América aún se resiste a ser amalgamada, sigue en pie de lucha por la pluralidad de sus expresiones multiétnicas. Espera el respeto y la puesta en valor de expresiones, por ejemplo, como las religiones tradicionales del “África Negra” en Brasil y su concepción profunda del mundo y la realidad que chocan con estas sociedades. El reconocimiento de su contribución cultural es una deuda. (A. Gualberto)
Dentro de la religiosidad popular dominicana, el papel de las mujeres afro-dominicanas ha sido fundamental en la preservación de las manifestaciones, rituales y prácticas ancestrales, así como en otros espacios. Poco o casi nada visibilizados en la historiografía escritas por hombres, son visibilizados por el antropólogo J. De Oleo.
Quisiera poder decir lo mismo de las culturas tainas, que en el imaginario popular parecen limitarse al cazabe, mabí o hamaca. En ese aspecto mencionamos el aporte de García Bidó, por actualizar la presencia de los ancestros tainos, en el imaginario del dominicano para ayudarnos a reconocerlos en la lengua cotidianamente.
Montesquieu hace tres siglos distinguió a las leyes como influyentes en la esfera pública. Esas no podían incidir en lo privado, donde subsisten las costumbres y los hábitos. Hoy podemos decir que la agenda hegemónica ha reconocido el rol crucial de las mujeres en la conservación de las identidades. Ellas transmiten a sus hijos e hijas, junto con las lenguas autóctonas, las creencias y costumbres ancestrales.
Woke América!! Cuidando tus mujeres, preservas tu identidad.