Dice Françoise Dolto psicoanalista y pediatra francesa, que “la angustia de los padres puede ser aliviada con palabras que les despierten, para que puedan mejorar la relación con sus hijos y comunicarse mejor con ellos, construyendo un espacio de respeto mutuo”.
Hemos presenciado la transformación de la familia y con frecuencia observamos la falta de confianza en su futuro, como si se hubiera perdido la esperanza en la familia. Sigo pensando que no hay que perder la esperanza, y que la confianza se puede recuperar, porque si bien es cierta la familia es un sistema dinámico donde cada día se producen cambios que transforman las relaciones, debe ofrecer la seguridad a los hijos de un mejor mañana.
Con la tecnología, entra en los hogares una visión diferente del mundo, sin embargo, en el núcleo familiar debemos propiciar el diálogo, permitiendo que los hijos e hijas expresen lo que piensan y sienten. Ayudarles a expresar las emociones que experimentan.
También los padres pueden aprender junto a ellos a expresarse emocionalmente, algo que muchas veces no nos permitimos identificar.
Desde que nacen hasta los 7 años, dice Dolto, es muy necesario no desvalorizar y no rechazar a un niño o niña, porque podría desarrollar una sensualidad inadecuada, y podrían ser propensos a todo tipo de abuso, emocional y físico. De allí la importancia de fortalecer el desarrollo emocional y físico de los hijos e hijas.
Hoy en día todavía existe el matrimonio, las personas se casan y tienen hijos e hijas para educar, y es importante que desde nuestro quehacer ayudemos para que existan familias unidas donde la imagen del padre y la madre sean guía y espejo para ellos.
Los padres necesitarán brindar cuidados especiales durante el primer año. Durante ese periodo se desarrolla el apego. El Vínculo Afectivo entre madre – padre- hijo e hija, que será muy importante pues servirá de base para establecer las demás relaciones durante su desarrollo. De allí la importancia de educar con amor y consciencia.