L a familia posee un significado positivo para la sociedad y en tal sentido, su solidez como institución, es un valor. La familia es el primer referente de la cultura, incluso antes de que existieran las clases sociales. Es en ese espacio donde se aprende a sentir, a pensar, a concebir el mundo de una determinada manera y se reciben las orientaciones primarias del valor de la solidaridad.
En nuestros tiempos, la familia está pasando por un proceso de desinstitucionalización y como consecuencia, está abierta a diferentes formas de convivencia, cambiando su estructura, pero también adquiriendo la capacidad de adaptación tanto estructural como socialmente.
Hoy podemos reconocer estos tipos de familia:
Familia relacional: Es la que se constituye en base a las relaciones interpersonales, donde se comunica y produce un sentimiento de la vida en familia. Esta es la familia institucional basada en el matrimonio.
Familia mediadora: Este es un rasgo curioso de evolución, ya que, de la familia moderna, de carácter nuclear, estructurada hacia dentro, construida para proteger los espacios privados, se ha pasado a la familia postmoderna mediadora, una construcción relacional que da mayor importancia a la esfera pública, dando más importancia a las redes sociales y a todos los aspectos externos.
Familia individualizada: Este tipo de familia posmoderna se basa en la autorrealización individual de cada miembro. Hay una desconstrucción del modelo tradicional y se abre a nuevas formas para construir la familia. Sin embargo, la familia sigue siendo el lugar que acoge a sus miembros y les ayuda en el desarrollo y es aquí donde en intimidad se da la libertad, tanto de las virtudes humanas como teologales y sociales (Anon 2007).